lunes, 10 de diciembre de 2012

Doy por comenzado este nuevo blog, en el que el tema principal a tratar, en mi humilde opinión, es la gran utopía de nuestro país y de, aunque suene atrevido decirlo, el mundo entero. Es sabido que desde muy pequeños, bien por el entorno en el que nos criamos, la diferente educación que nuestros mayores nos brindan o por el ambiente que nos rodea, a la hora de mirar a una persona, su interior o lo que esa misma nos pueda aportar, nos dejamos llevar por su imagen, por su clase social, por la gente de alrededor, por creer que podemos ser mejores, más que cualquier otra cosa.

Desde nuestra infancia, estamos predispuestos por la sociedad, muchas veces ignorante a la hora de juzgar a los demás, cuando seguramente lo único que hacemos sea mermar prematuramente nuestra riqueza en cuanto a culturas, problemas y distintas formas de vivir. Bien es sabido que los niños, suelen ser mucho más crueles entre ellos, llegando a herir de tal forma a las personas, que puedan llegar a crear un problema, que pasados los años, nos impida desarrollarnos como persona de una forma natural.

Los cánones de esta sociedad, en cuanto a belleza y apariencia física  clase social, entorno en el que vivimos, compañías, etc... coacciona desde la edad infantil, a que unas personas sean vistas desde un punto de vista equivocado, como si no encajaran de la misma forma entre nosotros, que alguien a quien la gente considere que cumpla las características adecuadas para esta sociedad.

Ante todo, creo que los adultos, que somos los que tenemos conciencia y mente por uno mismo, debemos ser los primeros en intentar, al menos, respetar a la gente por lo que es y no por lo que creemos que es y por la imagen que proyecta.

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